martes, 12 de mayo de 2009

"Fotorelato"

Fotorrelato

Cruelenelcartel


Ocultan y muestran. En su juego perverso muestran una cara alegre, encantadora. Intentan atraer la mirada del transeúnte incauto con imágenes tentadoras mientras su otra cara, oscura, olvidada, mira hacia adentro, hacia lo que no se debe ver.
Asociadas al crecimiento inusitado de la construcción en Rosario, ellas aparecieron por todas partes. Las carteleras que cercan las obras que pronto serán casas y las casas que pronto serán escombros han proliferado por la ciudad y hoy nadie camina más de cinco cuadras sin toparse con una de ellas (en realidad, hoy nadie camina más de cinco cuadras, pero esa es otra historia).
Así, el boom sojero que derivó en boom de la construcción que derivo en boom de chiflidos a las minas que pasan por la vereda de las obras que derivó en boom de denuncias por ruidos molestos como si la cumbia y el chamamé pudiesen ser calificados así, derivó también en la aparición y consolidación de este nuevo tipo de emprendimiento – curro.
A partir de una brillante idea, un compatriota lúcido y rápido pa’ los mandados se avivó de que con unas chapas y unas maderas podía montarse todo un “emprendimiento productivo”, alquilando las carteleras a las constructoras para hacer el cerramiento de sus obras y a las agencias de publicidad para exhibir allí sus afiches.
“Yo soy un biombo, no mire detrás”, decía Luca. Y algo parecido parecen decirnos estas empalizadas que al tiempo que sirven de soporte a las publicidades más tentadoras, ocultan tras de sí lo feo, lo sucio o lo viejo. Un edificio sin terminar con los materiales y las herramientas diseminadas por ahí, una casa vieja cuyos muros alguien decidió que ya no contendrían la cotidianeidad de nadie más, un baldío que debía dejar de ser el escenario de las diversiones de los niños en horas de la siesta son los desechos a esconder.
A cambio de unos (muchos) pesos, una mañana la ciudad puede amanecer empapelada con las bondades de una pomada antihemorroidal o con la sonrisa fatídica de un candidato a lo que sea.
Sin embargo, y aunque la propaganda mande cruel en el cartel, la grieta en el mensaje único aparece y un artista verdadero imprime un rebelde dale newell’s sobre el aviso de la pomada y otro le adorna la cara al mentiroso con unos lindos bigotes en el fetiche afiche de papel.

1 comentario:

  1. La Extensión Virtual de la Ciudad Tónica, algo justo y necesario para los milenios que corren ¡Felicitaciones! Me gustó mucho los archivos tónicos, uno es un nostálgico, que va'cer. También me gustó la novedad de la entrevista a Barone, que aún no leí.
    Un abrazo grande y ¡aguante el papel! La pantalla es linda y en colores, pero el contacto táctil es irreemplazable, uno es un nostálgico.
    Che Gabutti.

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